Encontrar la mejor solución de marketing para tu empresa


Con el crecimiento del negocio fui tomando gente para que me ayudara pero, paradójicamente, empiezo a sentir que mi trabajo principal se ha convertido en mantener a mis empleados. La paradoja del empresario moderno se esconde en esta dinámica: la expansión conduce a la delegación y, a su vez, la delegación trae consigo un nuevo tipo de carga laboral.

Aunque no disponga de tiempo, ocasionalmente salgo de los confines de mi oficina para recorrer la empresa y observar el funcionamiento de cada engranaje. En estas rondas inspecciono, interactúo y trato de comprender la atmósfera laboral y la eficiencia de los procesos. Sin embargo, lejos de ser una actividad gratificante, me encuentro regresando con el sabor amargo del descontento.

Esto me lleva a la reflexión de que el liderazgo implica mucho más que supervisar y administrar recursos; es también una cuestión de inspiración y de cultivo de una visión compartida. ¿ Es posible que, al concentrarme en mantener el barco a flote, he perdido de vista el horizonte hacia el cual navegamos ?.

Mis paseos por la empresa, en vez de ser una demostración de presencia y atención, parecen haberse convertido en un recordatorio de lo que aún falta por mejorar. Necesito hacer una pausa y replantearme las estrategias de gestión. ¿ Cómo puedo transformar estos momentos en oportunidades para impulsar la moral y la productividad, además de fortalecer la cultura corporativa ?.

Quizás sea momento de considerar una inversión en formación para el liderazgo y desarrollo de habilidades, tanto para mí como para los niveles gerenciales de mi empresa. Reestructurar el enfoque puede ser la clave para cambiar esta percepción de un circulo vicioso de trabajo incesante por una de crecimiento mutuo y éxito compartido.

La verdadera labor de un líder no debería ser cargar con todo el peso, sino distribuirlo inteligentemente, inspirar confianza y capacitar a su equipo para que juntos se alcancen nuevas alturas. Eso es algo que debo recordar cada día: el objetivo no es mantener personas, sino impulsarles a ser parte integral de una misión común y, por ende, del éxito colectivo.

Por cada cosa que anda mal o que no se hizo los empleados siempre tienen una explicación! Yo debería vender EXPLICACIONES porque en eso mi gente es un fenómeno: las fabrican a una velocidad de no creer. Parece que el problema siempre es del proveedor, del otro sector, del cliente, de la máquina, del de mantenimiento, de sistemas, de la persona que limpia, de las líneas telefónicas  ….

Más que el dueño muchas veces siento que soy el mediador, el árbitro: porque juegan para empresas diferentes, cada uno cuida su quinta… ¿y el negocio?: que se las arregle.

Los que saben de gerenciamiento y conducción me dicen que tengo que respetar las jerarquías … pero ya me veo buscando al jefe del área, explicándole el problema y teniéndole que decir que intervenga enseguida. ¿ Y qué me va a contestar ?: “¡ Si: quédese tranquilo ! ¿ Tranquilo ?, si lo dejo sigue en la suya mientras el tiempo pasa y las cosas se ponen peor!!!

Trato de no decir ni ah, pero mientras tanto se me hincha la vena del cuello. Y eso no es nada, los que saben de esto, de coaching, de liderazgo y de conducción también me aconsejan que escuche, que motive que tenga paciencia ….. si claro … todo fantástico, pero… del negocio ¿ ¡ quien se ocupa ! ?. ¿ No será mejor largar todo y empezar de nuevo ?. Con dos o tres empleados y yo trabajando normalmente (no como ahora) ganaría más plata y, desde ya, me haría mucha menos mala sangre. Pero bajarse de esto, no es fácil, y la verdad es que tampoco sabría como hacerlo.

Con el tiempo vamos sintiendo que la conducción de la gente no solo es un esfuerzo sino que la mayor parte de las veces es una energía perdida porque por mas que les digamos y repitamos las cosas no se hacen, hay que empujarlas, hay que estar encima…

Al principio nos transformamos en quejosos permanentes y después, cuando nos damos cuenta de que nuestras quejas son inútiles y nos cansan hasta a nosotros mismos nos resignamos: pensamos que no se puede delegar y que siempre vamos a tener que estar encima de todo.

Lo que pasa es que el organigrama de puestos y funciones que se fue armando con la incorporación de gente no alcanza y tampoco alcanzan los procedimientos que hemos ido inventando como respuesta a cada nuevo problema que nos fue apareciendo. Pero existen soluciones y están mucho más a mano de lo que creemos.

Hay una forma de estructuración, exclusiva para pequeñas y medianas empresas, que funciona de manera extraordinaria porque sin desarmar el organigrama que ya existe, se integra y genera en sí misma que la gente trabaje en equipo y desarrolle criterio de costo beneficio en las decisiones que toma.

Delegar a través de una estructura efectiva significa tiempo y dinero. Vale la pena desarrollar una metodología de delegación que vaya más allá del organigrama porque de esa manera podemos multiplicar el negocio porque las cosas se pueden lograr sin nuestra presencia.

José María Quirós

Consultor y empresario

http://www.pymevision.com.ar

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Lorem Ipsum ha sido el texto ficticio estándar de la industria desde el siglo XVI, cuando un desconocido prmontserrat tomó una galera de tipos y la revolvió para hacer un libro de muestras tipográficas. Ha sobrevivido no sólo a cinco siglos, sino también al salto a la composición tipográfica electrónica, permaneciendo esencialmente inalterado.

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