Cuando realmente actuamos pensando en lo que estamos haciendo, no es difícil determinar cuales son nuestras falencias en cuanto al cuidado de nuestro Planeta.
La ecología bien entendida empieza por casa.
Las pequeñas cosas, nos llevan a obtener grandes resultados.
- Cuidar que nuestra grifería funcione bien, hacer un mantenimiento preventivo, nos lleva a que en un año logremos controlar el despilfarro de cientos o a veces miles de litros de agua potable.
- Cuando estamos en casa, debemos lograr apagar las luces innecesarias, para no malgastar nuestro dinero y lograr poder seguir disfrutando de la energía eléctrica.
- Utilizar los medios de transportes públicos es otra forma de no atacar el medio ambiente, ya que movilizarse en un vehículo propio nos hace gastar combustible y distribuir gases tóxicos por toda nuestra ciudad, cuando en un medio público podemos compartir un transporte entre varias personas, lo que reduce considerablemente la contaminación.
Podemos hablar de ciento de cosas más que estamos haciendo sin darnos cuenta y que realmente perjudican nuestro ambiente; obviamente que lo que una persona pueda hacer no alteraría el ecosistema; pero si somos miles o millones que cometemos pequeños deslices, esto si provoca alteración a nuestro entorno.
Siempre estoy pensando en que podemos mejorar como para dejar un mejor lugar luego de haber vivido en el Planeta; y realmente son las pequeñas cosas las que multiplicadas por los millones que compartimos el planeta pueden hacer la diferencia.
He puesto en práctica algunas cosas que me gustaría compartir con ustedes; los que no tenemos conducta para realizar una rutina generalizada en el cuidado del medio ambiente; es importante lograr pequeños éxitos, que realmente nos potencien para llegar a hacer una persona cuidadosa del medio ambiente.
Por ejemplo: el cuidado de apagar las luces en los lugares innecesarios puede ser una de las tantas tareas que podemos realizar inocentemente para cuidar el planeta. Proponernos el cuidado para ese pequeño mal gasto, nos llevara a tener con el tiempo el habito de apagar las luces luego de salir de una habitación. Cuando este hábito se encarne en nuestras conductas diarias y nuestro entorno (amigos, compañeros y familiares) nos indique lo persistentes que somos con el apagado de las luces; podemos decir que ya logramos incorporar en nuestros hábitos una tarea a favor del Planeta.
Luego, más adelante podremos agregar el de comenzar a utilizar los transportes públicos ó la bicicleta para trasladarnos sin perjudicar a nuestro entorno; y de esa manera contribuir indirectamente con nuestra propia salud. Una vez que incorporamos este nuevo hábito y nos resulta fácil ponerlo en practica, lo que logramos es contribuir un poco más al cuidado del medio ambiente.
Podríamos seguir agregando muchas cosas más para mejor las condiciones de nuestro ecosistema. Pero voy a dejar que ustedes piensen y me sugieran nuevas ideas.
Cuando lo empiecen a poner en practica, se encontraran que se sienten muy distintos, es una mezcla de sensaciones, y sin querer, logramos corregir algunos de nuestros errores que perjudican a nuestro Planeta y no nos permiten tener una mejor calidad de vida.
Espero tus comentarios, hasta la próxima.